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miércoles, 18 de noviembre de 2015

EL DEBATE: Universidades en las nubes


EL DEBATE: Universidades en las nubes
Por Javier Echeverría
Profesor de Investigación Ikerbasque, Departamento de Sociología 2, Universidad del País Vasco, España.

En un célebre artículo publicado en Wired (2006), George Gilder afirmó que "el PC de escritorio está muerto; bienvenido a la nube de Internet, donde un número de instalaciones a lo largo de todo el planeta almacenarán todos los datos que usted podrá usar alguna vez en su vida". Gilder fue el autor más citado por el Presidente Reagan en la década de los 80 y es uno de los ideólogos actuales de lo que denominaré "la religión informacionista", muy próxima al transhumanismo, tan de moda en los Estados Unidos.

He sido de los que no aceptó esa invitación a vivir en una nube, sobre todo porque tiene propietarios y porque las licencias de uso que imponen tienen condiciones leoninas. Escribo este artículo desde el escritorio de un PC que es propiedad de la Universidad del País Vasco (www.sinnergiak.org), no mío. Casi todos los datos y las informaciones que uso en mi vida los sigo extrayendo de mi propio cerebro, así como de ordenadores, libros, revistas, papeles, amigos y conocidos. No me considero transhumano, ni aspiro a serlo. Acepto el darwinismo biológico, a diferencia de Gilder, conspicuo defensor del diseño inteligente (¡sic!) de todo el universo. Me dedico a las humanidades, y en particular a las humanidades digitales, pero no a la evangelización ni a la predicación. En último término: no quiero acabar siendo una mascota de los transhumanos ni que otros seres humanos lo sean. No me interesa la Nube Prometida.

Ocurre que a los rectores de las universidades públicas les ha llegado la orden de subirse a la nube y algunos han obedecido al imperativo de los Señores de las Redes (militares, financieras, tecno-científicas, ahora también las redes sociales). Hubo universidades que hace 10-12 años compraron islas en Second Life porque ese mundo virtual estaba de moda; hoy se suben a la nube de moda. Por suerte, había y hay alternativas. En 2002 la Unión Europea creó la red telemática EDUROAM, que conecta entre sí a casi todas las universidades y centros de investigación europeos. Desde 2012, EDUROAM se ha desplegado en Internet 2 y ha llegado a más de 70 países. Ese mismo año la Unión Europea ha anunciado su plan de construir una nube europea para 2020. Veremos qué resulta de ello (aunque ya ha habido críticas a la idea reciente de un mercado común digital). Todo ello sin declarar obsoletos a los PC, sin perjuicio de que los nuevos teléfonos celulares, presuntamente “inteligentes”, también son conectables a EDUROAM, al igual que las tabletas y otros artefactos TIC.

Menciono EDUROAM para recordar algo evidente: la nube no existe. Dicha así, en singular, es una entidad de ficción, producida por los expertos en marketing de Amazon, Google, Apple, Microsoft y algunos otros Señores del Aire, por llamarlos en mis propios términos. Hay muchas “nubes digitales”, que prestan diferentes servicios y funcionan conforme a diferentes modelos de gestión o, si se prefiere, de gobernanza. Tampoco hay que olvidar que existen algunos nubarrones militares, de los cuales llueven a veces drones. En la atmósfera digital, en la que nuestra mente funciona con bits, hay muchos fenómenos meteorológicos, unos beneficiosos para los humanos, y otros ruinosos a medio y largo plazo. Conviene que las universidades públicas mediten muy bien qué “nube digital” va a regar con datos y servicios sus campus universitarios, no vaya a suceder que acaben siendo arrasadas por huracanes digitales y financieros, como ocurrió en el sector financiero con el derrumbe de Lehman Brothers.

En mi caso, estoy a favor de la creación de nubes universitarias públicas, tipo EDUROAM, y ello para cualesquiera universidades, sean públicas, privadas o mixtas. La razón principal es filosófica: entiendo el conocimiento científico como un bien cuya producción puede ser pública o privada, pero cuyo uso y distribución ha de estar regulado por autoridades democráticamente elegidas, cosa que no ha ocurrido, que yo sepa, con ninguno de los consejeros delegados de Apple, Google, Microsoft, IBM, Amazon ni Facebook, por mencionar a los principales Señores del Aire según el orden de su capitalización bursátil. Prefiero pagar las nubes universitarias con mis impuestos, siempre que éstos hayan sido fijados por Parlamentos democráticos y no por presuntos filántropos que promueven charities, pero no igualdad ni justicia social.

Gestionar el capital intelectual de las universidades es muy importante en esta época, en la que los datos, la información y el conocimiento se convierten fácilmente en mercancía y en capital. En particular: antes de subirse a la nube hay que pensar bien si luego vamos a poder bajarnos de ella. No vaya a ser que las universidades públicas sean fácil presa de las empresas especializadas en la acumulación, gestión y capitalización de datos, informaciones y conocimientos, pero no en su producción. Las universidades corren el riesgo de ser absorbidas, total o parcialmente, por las grandes empresas tecno-científicas especializadas en economía del conocimiento.

A la hora de promover las nubes universitarias de gestión pública, la OEI tiene un papel importante a desempeñar, aunque sólo sea como impulsora de la iniciativa en América Latina; quizás en colaboración con la Unión Europea, quizá no. ¡Ojalá que asuma sus responsabilidades históricas, al igual que los gobiernos democráticos que la sostienen!


Publicado el 18 de noviembre de 2015


Bachelard: Cultura científica y tecnológica como acto de amor y sensibilidad en la formación del espíritu científico


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18 de noviembre de 2015
Aura Álvarez Venezuela, Miranda, Los Teques. Universidad Simón Rodríguez. IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica
La cultura científica tiende a consolidar la validez de sus estilos y paradigmas cognitivos, como forma de vida es más amplia que la dimensión cognitiva y abarca instituciones, ritos, sensibilidades, conducta individual y colectiva e incluye al maestro en su praxis y su disposición a hacer sentir el conocimiento como sensible y valioso
En esta actividad investigativa nos referimos a la presencia de fundamentos teóricos y desde la praxis docente en la conformación de saberes en ciencia y tecnología de los sujetos en su mundo de vida, triangulando lo pedagógico, lo epistemológico y lo didáctico. Para Bachelard, el espíritu científico establece relaciones entre la precisión inherente al carácter científico y la sensibilidad estética que alienta (consiente o inconscientemente) los emprendimientos humanos. La ciencia es uno de estos emprendimientos, puesto que todo saber científico ha de ser, en todo momento, reconstruido por los sujetos docentes en la praxis escolar y no escolar en la fenomenología básica como conocimiento cotidiano, que surge de los diferentes actos de vida tanto colectiva como individual en la reorientación del espíritu científico y la sensibilidad a lo verdaderamente importante en la formación de los sujetos.
 En nuestras indagaciones con la realidad, la profesora Luisa, maestra de la UEE Urquia identifica la sensibilidad en la praxis: “Estamos trabajando ahorita con el proyecto “el hablar, el escuchar, el leer y el escribir”. o sea son cuatro habilidades que el niño debe aprender de manera integral no separadas, se aprende a escribir e inmediatamente se aprende a leer, se aprende a leer mientras se aprende a escribir y viceversas aprende a hablar en la medida que se aprende a oír…debe comenzar con la lectura de los sentidos, con lo que nos rodea, con el paisaje, la vista, el oído, el olfato, el tacto, el gusto y después que tu logras aprender a leer como lo hacían nuestros abuelos, que leían el cielo, la luna, como era que se podía sembrar, …si logramos que el ser humano el ciudadano aprenda a leer su realidad, somos visuales en otras sociedades desarrollan mas el olfato, desarrollan mas el oído y en aquellas sociedades por ejemplo del norte desarrollan mas el oído porque el medio ambiente no le permite ver, la nubosidad y todo ese tipo de cosa. Acceder a información del medio a través de otros sentidos y ha sido maravilloso porque una de las representantes cuando yo hacia la evaluación me decía “es una maravilla porque es impresionante como mi hijo en todas parte me dice mama mira como huele, mama mira como siento, mama mira que…” si nosotros logramos hacer de los ciudadanos integrales como realmente son no parciales como la educación nos ha acostumbrado a hacerlo tendremos mejores ciudadanos en todo los sentidos. (Fotografía 1)
Una de las fortalezas se encuentra el trabajo colectivo entre los maestros y representantes y la comunidad cada uno nos incorporamos en su hacer en el aula debemos profundizar en ese intercambio de experiencias para que haya realmente un proceso de formación colectiva, que todo nos formemos desde las fortalezas de cada uno, vamos a formarnos desde nuestras propias fortalezas desde nuestras propias experiencias para que el saldo de todo esto sea beneficio de la comunidad y de los niños. Por otra parte hemos tenido experiencias muy buenas por ejemplo hemos tenidos encuentros de libros vivientes… se hizo en un salón hubo la participación de varias personas de la comunidad que compartieron sus saberes con los niños y con el resto de los maestros. Donde vino por ejemplo una partera de la comunidad que es la señora Juana, un productor que es el señor Teodoro, también vino el abuelito de Ricardo que también es agricultor y la abuela de Emilia y Ramón Pacheco. Que en esencia es cultura científica desde la mirada de la realidad de diferentes actores sociales.
Para Luisa la cultura científica es: “Yo la interpreto como la cultura de la búsqueda de la educación permanente los seres humanos somos creativos que es algo intrínseco, transforma y cambia para cubrir las necesidades fundamentales de vida, alimento, viviendo, educación, ambiente. Sea de manera empírica o por proceso de investigación, ya a estas alturas sabemos ustedes lo han dicho también que hemos superado el tema del método científico por poner un ejemplo todo lo que es comprado es ciencia, no necesariamente es así. Nosotros sabemos qué tanto, eso lleva su proceso de comprobación científico como lo otro lo que es empírico “ ese saber que una época del año se debe sembrar en luna creciente plantas que se arraiguen muchísimo y cuando está en menguante plantas que necesiten expandirse. Eso es ciencia que no ha pasado por los espacio del método científico que no ha pasado por los espacio del método científico no se ha registrado. Según Luisa: Para mí la ciencia es la permanente producción de conocimiento y aprendizaje que se genera en una necesidad básica del ser humano, en sus expresiones de sus necesidades fundamentales de educarse, tener salud, proteger el ambiente, alimentarse”. Otros significados que pudimos encontrar en conversaciones con los niños:  Sebastián, un niño de preescolar que se encontraba muy entretenido jugando con la mesa de arena en el salón de preescolar, dio a conocer sus conocimiento, en forma espontanea sobre el proceso de la cadena alimenticia, al decir: “los caracoles son especies de animales que tienen caparazón y que les sirve de protección, porque otros animales se los comen, al igual que los humanos comen la gallina y ella a otros animalitos más pequeño. Los humanos se los comen para alimentarse y los otros se comen los más pequeños.”
Las fortalezas observadas en las escuelas se visualizan en su organización para promover valores hacia el ambiente, a la integración de las actividades académicas a la praxis y vivencias en el hacer como son la participación en la siembra de hortalizas, plantas medicinales, frutas en espacios como los viveros el laboratorio genético, lombricultura, recolección de semillas para reforestar las montañas vecinas, en donde se pone de manifiesto la integración de saberes en ciencia y tecnología tanto de carácter curricular como cotidiano proveniente de los conocimientos ancestrales de los miembros de la comunidad como representantes, productores y otros.
Se destaca en la UEE Juan Dios guanche, en la voz de Isabel Avendaño, coordinadora de proyectos, el Ing. Jaime Corrales, miembro del consejo comunal de San Pedro, el prof. Williams Calderón y la subdirectora Odalka y demás miembros de la comunidad educativa, el interés, la sensibilidad que le confieren a todo la relacionado con el conocimiento generado a partir de la vinculación de los actores sociales escolares con la praxis en la comunidad, su recorrido histórico, los conocimientos ancestrales, la participación de la comunidad en los proyectos se plantean la construcción conjunta con los alumnos, los representantes y los miembros activa de la comunidad. Se destacan una serie de actividades que fortalecen el interés de los niños por el apego a la cultura científica entre los que se destacan los proyectos desde preescolar, hasta 6to grado programas de recolección de semillas para la reforestación y arborización de montañas y laderas del rio San Pedro. Todo realizado con mucho entusiasmo y ganas de aprender y enseñar. El Ing. Jaime Corrales y otros miembros de la comunidad dictan charles y ejecutan acciones relacionadas con la protección del ambiente y con el cuido de la salud ambiental. En el liceo Bolivariano San Pedro, se desarrolla actividades de carácter científico y tecnológico mancomunado con las empresas del sector agua Minalva, Hidroponía venezolana, con la participación de maestros, directivos, alumnos, representantes en ferias científicas, proyectos donde divulgan la producción de conocimientos, la innovación y creatividad que definen su intención de motivación por los estudios en las áreas de ciencia y tecnología. Es así como se crean estas comunidades de indagación y de espíritu científico
Reflexión:
Para Bacherlard la dificultad para la construcción del espíritu científico y la educación de la sensibilidad se encuentra bajo la responsabilidad de la educación institucionalizada donde se cercenan los continuos, se fragmenta la realidad, adiestra para las certezas cognitivas. Se conduce a los niños y jóvenes a no ver al bosque por cuanto se dirige la mirada hacia los árboles, lo globalizante, la globalización la comprensión de los procesos, una verdadera mirada holística, ecológica, de la mente siguen ausente en la mayoría de las instituciones educativas. Sin embargo existen en nuestro contexto maestros sensibles, con mirada más allá de los arboles. 
Bibliografía:
Bachelard, G,( 1974). El nuevo espíritu científico. México Siglo XXI
Bateson G. (1991) Pasos hacia una ecología de la mente. Buenos Aires. Planeta

Fotografías. Actividad de reforestación, entrevista a Luisa, lectura con sentido de Gabriel Rojas

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