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viernes, 12 de septiembre de 2014

EPISTEMOLOGÍA EN EDUCACIÓN. QUÉ ES REALMENTE Y SU APLICACION


EPISTEMOLOGÍA EN EDUCACIÓN. QUÉ ES REALMENTE Y SU APLICACION
Dr. Nelson Campos Villalobos
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Empecemos señalando qué entendemos por epistemología contemporánea, pues la acepción del término ha variado con el tiempo, porque a medida que surgía con gran fuerza y se instalaba en el mundo la idea de ciencia, entonces esta disciplina se orienta más al estudio y análisis del conocimiento que produce la ciencia. Con mucha verdad, el Dr. Jesús Mosterín, en una reciente entrevista, ha señalado: "El único conocimiento seguro es el matemático. El empírico es siempre provisional y sometido a revisión en función de nuevos datos" Según esta idea, es necesaria la existencia de la epistemología como disciplina destinada a examinar las teorías que se formulan desde la ciencia. La preocupación por separar al conocimiento común de un saber especial viene de muy antiguo, pues tanto Heráclito como Parménides insistieron en la necesidad de hacer esa distinción para el trabajo del filósofo, es decir, entre doxa y episteme, siendo la primera el saber vulgar, la simple opinión y la segunda el conocimiento verdadero o validado, como decimos actualmente.

1.- LO QUE ES LA EPISTEMOLOGÍA
Si nos posicionamos desde una filosofía realista, hay dos constataciones en una mirada sobre el conocimiento. La primera es que existe un mundo externo a nosotros. La segunda se desprende de la anterior y consiste en que si es real esa exterioridad, entonces podemos conocerla ya sea por medio de la reflexión  o bien por medio de la ciencia. Sin duda alguna, la primera es una aseveración metafísica y la segunda es epistemológica.
La epistemología como término tiene origen  en las palabras griegas episteme, o sea conocimiento y en logos, tratado, con el significado moderno de tratado o doctrina acerca del saber y ha devenido en teoría del conocimiento o gnoseología. Se atribuye al filósofo escocés James Ferrier el haber acuñado el término, en 1854, en su libro titulado Fundamentos de la Metafísica, en donde separa a la filosofía en dos grandes partes: la ontología y la epistemología. Sin embargo, la reflexión sobre el conocimiento es un tema antiguo. Ya Antístenes (436-366 A.C.) manifestó su preocupación sobre el conocer, porque descubre que  en su época y desde la filosofía griega emergente, ésta se limitaba al nombre de los objetos, lo que impedía ciertamente ahondar en la esencia de las cosas. Como ejemplo, señala : “veo el caballo, pero no la caballidad”, o sea, nos dice, que se descuidaba lo esencial, lo que es el ser de las cosas, por valorar y atribuir conocimiento a lo accesorio, a lo evidente a los sentidos, lo que no permitía una reflexión seria filosóficamente hablando. Con esto se adelanta al atomismo lógico de B. Russell y Whitehead, como veremos más adelante.

Esta disciplina es parte de la filosofía y estudia el conocimiento científico en los fundamentos de su verdad. Es decir, los criterios por los que podemos admitir la objetividad de los fenómenos cognoscitivos. Estudia cómo se genera el conocimiento y da los criterios de verdad del saber. Se ocupa de la definición del saber y de los conceptos relacionados, de las fuentes, los criterios, los tipos de conocimiento posible y el grado con el que cada uno resulta cierto; así como la relación exacta entre el que conoce y el objeto conocido. Al comienzo, podía referirse a cualquier tipo de saber y se le llamó teoría del conocimiento o gnoseología; en un sentido más restringido y actual se refiere solamente al conocimiento científico, tales como las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a su obtención y los criterios con los cuales se lo justifica o invalida. La epistemología estudia las condiciones de producción y validación del conocimiento científico.
Por epistemología entendemos actualmente que es una rama de la filosofía que estudia el conocimiento científico, su origen y su validez. Como puede verse, no se incluye a ningún tipo de otro conocimiento, con lo cual estamos en un terreno intelectual perfectamente acotado.
Platón señalaba que el problema básico de la filosofía era el ¿qué es?, que constituía un tema propio de la metafísica, en cambio se tornaba epistemológico cuando nos preguntamos ¿cómo podemos saber algo sobre lo que es?
Para Mario Bunge (1983), la La epistemología, o filosofía de la ciencia, es la rama de la filosofía que estudia la investigación científica y su producto, el conocimiento científico” (Bunge, 1982; p. 13). El Dr. Bunge (1997) señala que el epistemólogo debe tener una buena formación en alguna de las ciencias duras, conocer la tecnología, dominar lógica e historia de la ciencia, además de estar al día en los avances de la ciencia, conocer y leer las revistas sobre la especialidad y escribir mucho, desde  fichas bibliográficas hasta ensayos de mayor o menor longitud y, sobre todo, comunicar sus escritos a sus colegas y estudiantes.
Kant siempre tuvo intuiciones magníficas, como cuando se anticipó a la denominación de las llamadas nebulosas en su época y a las cuales llamó universos-islas, que es como entendemos  hoy a las galaxias. Su otra intuición se refiere al conocimiento y a la ignorancia de los principios que rigen nuestro conocimiento científico. El señaló al comienzo de su tratado titulado  Lógica lo siguiente: "Todo en la naturaleza animada, como en la inanimada, se rige por reglas, aunque estas reglas no son siempre de nosotros conocidas; así es que en virtud de leyes fijas y determinadas cae la lluvia, se mueven los animales, etc. El Universo entero no es propiamente más que un vasto conjunto de fenómenos sujetos a determinadas reglas; de suerte que nada, absolutamente nada existe sin su fundamento. Por consecuencia de esto, no existen, hablando con propiedad, verdaderas irregularidades; cuando nosotros creemos encontrarlas no es sino que las leyes que rigen los fenómenos que observamos nos son desconocidas

Según su pensamiento, todo el conocimiento se basa en leyes, es decir, en principios validados, lo que epistemológicamente es verdadero e inspira a toda la investigación  científica actual.


Bertrand Russell, matemático y filósofo cuyo pensamiento aún sigue vigente, especialmente en lógica, pensaba que la ciencia es la que señala lo que podemos saber, pero lo que podemos saber es poco y por lo mismo podemos olvidar lo mucho que no podemos conocer y nos hacemos insensibles  a muchas cosas de enorme importancia.Por tanto la epistemología debe estar centrada en la ciencia y guiada hacia ella (Una Historia de la filosofía occidental). Este gran filósofo, conjuntamente con su profesor Whitehead, desarrolló la idea que la función de la filosofía consiste en el análisis del conocimiento en sus elementos básicos, es decir, crean el llamado por ellos atomismo lógico, en la línea de pensamiento que ya había intuido Antístenes.

Para Sosa y Kim (2000:IX) ambos profesores en la Brown University y que gozan de prestigio en el tema, la "Epistemología es una indagación filosófica acerca de la naturaleza, condiciones y extensión del conocimiento" y agregan que es uno de los temas más persistentes y difíciles de toda la filosofía.

2. ¿QUÉ ES UN EPISTEMÓLOGO PROFESIONAL?

Es un filósofo con grado de doctor y formación en al menos alguna rama de la ciencia, cuyo cometido es analizar, estudiar y criticar desde una rama validada de la filosofía, el conocimiento, cómo se genera éste, cómo logra avanzar, en cuales otras ciencias se valida y en cómo se justifica su producción científica; si se ajusta a los procedimientos estandarizados y regulados para esa producción. Es un profesional reflexivo, informado, metódico y riguroso en su accionar.
Por todo esto, la epistemología puede considerarse como una meta-filosofía, que estudia desde un nivel más elevado, el conocimiento científico , su validez y por supuesto sus implicaciones sociales y humanas y su relación con el conocimiento ya establecido.
Todo científico, a su manera, hace epistemología cuando analiza, compara, critica su propio trabajo intelectual y cuando lo somete al escrutinio de sus pares en congresos o publicaciones de sus hallazgos. Por lo mismo, debiera poseer algunos conocimientos de epistemología para que su trabajo sea más fructífero, pues enfrentará de alguna manera, un juicio epistemológico de sus colegas. Recomiendo a mis estudiantes que siempre en sus trabajos  escritos informen acerca del marco epistemológico en que se mueve su aporte, lo mismo hay que hacer en las tesis doctorales, donde ese marco es imprescindible. Para aprobar una tesis prefiero dedicarme primero al análisis epistemológico, porque el contenido de la misma puede ser corregido, mejorado y depurado para que sirva realmente al conocimiento teórico o aplicado.

El trabajo del epistemólogo  tiene que contestar un sin número de preguntas en su trabajo de análisis de un estatuto epistemológico o de una ciencia o de un área del conocimiento científico.
Algunas de las cuestiones a dilucidar son las siguientes, que constituyen en sí un programa de investigación:
¿Qué conocemos?
¿Desde cuándo lo conocemos?
¿Por qué lo conocemos?
¿Cuál es su objeto y el sujeto del saber?
¿En que se fundamenta, qué ciencias lo apoyan u originan?
¿De dónde viene el saber?
¿Cómo se valida?
¿Cuáles son sus fuentes?
¿Cómo es posible lograr ese conocimiento?
¿Cuáles son los métodos que emplea?
¿Cómo se mejora ese saber?
¿Existen detractores y quienes son?
¿Es posible replicar este saber?
¿Es real el conocimiento?
¿Se estudia en primera o tercera persona? (se refiere a cómo se obtiene el conocimiento, si desde la investigación de los procesos que afectan a los individuos directamente estudiados o bien se refiere al estudio desde fuera, mediante la observación.)
¿Qué aplicaciones presentes y pasadas tiene ese saber?
¿Dónde se enseña, quienes lo enseñan?

Hay que tener en cuenta que la epistemología es una disciplina filosófica eminentemente especulativa, es decir, que basa su accionar en la reflexión y no en la experimentación; se interesa en el conocimiento científico en cómo es, y no en como debería ser. Por tanto, es una parte importante de la teoría de la ciencia. En el caso de la pedagogía, se entiende que la epistemología va de la mano con la historia, la sociología y la psicología de la educación. El objetivo de esta episteme es aclarar los límites en que se da el fenómeno de la educación, juzgando sobre su validez y su alcance. La preocupación final de la epistemología que llamamos pedagógica está en clarificar el conocimiento pedagógico como una relación bipolar entre el sujeto cognoscente (el alumno) y el objeto (que es la materia del conocimiento que se busca traspasar al estudiante).

En el caso de la pedagogía, la epistemología si bien se une a la historia de la disciplina, es más que la arqueología del saber pedagógico en las distintas épocas, pues lo que es verdaderamente importante es conocer cómo ese pensamiento afecta a su entorno, a sus procedimientos y concepción del alumno como individuo y como persona sujeto de la enseñanza. El objeto es, entonces, conocer las ideología y modelos formulados, las teorías y sus efectos, secuencias y consecuencias en la labor de educar. La ubicación filosófica de la epistemología pedagógica se centra en el conocimiento del fenómeno pedagógico. Sin embargo, al revisar numerosas publicaciones pedagógicas, se observa un mal empleo del término, que se usa sin rigurosidad alguna, como sinonimia de revisión, historia o desarrollo, lo que resulta lamentable, porque indica desconocimiento y negligencia en el tratamiento del lenguaje filosófico.
3.- LO QUE NO ES LA EPISTEMOLOGÍA
A veces, desde un punto de vista didáctico, es apropiado señalar lo que no es una disciplina o en qué se diferencia de otras. Como se habrá dado cuenta el lector, hay diferencias entre los autores sobre qué entienden que es la epistemología.
a) Epistemología no es igual a gnoseología, disciplina que se preocupaba del conocimiento en general y no se reservaba solamente para el de origen científico.
b) Epistemología no es historia del conocimiento, porque la historia interpreta y relata los acontecimientos que se dan en el tiempo en el discurrir de la humanidad, pero no se interesa en validar esos datos que recolecta.
c) Epistemología no es Teoría del Conocimiento, pues ésta trata de todo conocimiento, no solamente el científico y enfrenta posiciones filosóficas tales como el realismo o el subjetivismo.
d) Epistemología no es ni trata del conocimiento empírico: Durante siglos se priorizó el conocimiento basado en la razón y en el pensamiento, dejando como un conocimiento de segunda clase al obtenido por la experiencia. También se llamó empíricos a quienes profesaban una ocupación sin tener la formación esperada, como los médicos curanderos que ejercían basándose solamente en la benevolencia y en la práctica. Durante la ilustración surge la distinción entre los métodos científicos y los empíricos, negando entonces la cualidad de científico al conocimiento práctico. Solamente a partir del Siglo XVII se establece la relación entre método empírico experimental como una vía válida para obtener el conocimiento. Algunas corrientes filosóficas, como el empirismo llegaron al modelo opuesto, pues consideraban que el único conocimiento verdadero es el basado en la experiencia, en los sentidos y opinaban que el pensamiento y la razón eran simples auxiliares en el proceso del conocer, como puede verse en Locke y en Hume, entre otros.
En la actualidad, se acepta el saber basado en experiencias y se espera que los niños aprendan haciendo, en el sentido de la praxis, porque se ha demostrado que los conocimientos basados en el hacer se adquieren con mayor rapidez y duración que los basados en las ideas, con lo cual se ha vuelto a validar lo práctico sobre un saber meramente memorístico.

4.- ¿PARA QUÉ SIRVE LA EPISTEMOLOGÍA?
Para el filósofo estadounidense W.V.O. Quine (1908-2001), la epistemología se convierte en en parte de la biología y de la psicología si la filosofía emplea los mismos criterios que usa el resto de la ciencia y lo mismo podríamos decir por lo que respecta a la pedagogía, si ésta emplea los mismos criterios científicos, como señala acertdamente Papineau (2004:89). Entonces, la epistemología tiene que llegar a ser parte importante de la educación, al menos en lo referente a la teoría educacional y a las llamadas ciencias de la educación.
Sobre la utilidad de la epistemología, hemos llegado a una buena pregunta, porque hemos ido tras la finalidad y el empleo de una disciplina filosófica un tanto complicada y deberíamos, entonces, tener claro para qué nos sirve realmente.
En pocas palabras, nos presta los siguientes servicios:
a) Buscar la verdad en las teorías científicas, pues el conocimiento empírico nos trae novedades que ignoramos si solamente nos dedicamos a pensar. Las teorías necesitan hechos que hay que validar.
b) Esclarecer y ordenar los términos que empleamos en la investigación filosófica y científica, de manera que el rumbo no se distorsione simplemente porque las palabras que usamos sean equívocas y aún confusas, porque a veces esas palabras comunes toman significados que solamente el especialista conoce. El lenguaje usado tiene que ser preciso y unívoco, por lo cual hay que tener en mente el proverbio chino que señala que la sabiduría comienza con el buen uso de las palabras. Como bien expresa el ya citado Dr. Jesús Mosterín: "La filosofía como mera palabrería palabrería ya no interesa a nadie, pero la filosofía como búsqueda de la claridad de los conceptos y la verdad de las teorías sigue interesando a toda persona inteligente y mentalmente despierta"

5.- LOS DOS PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGÍA.
Para Karl Popper (1998:47-48), son dos los problemas fundamentales de la epistemología, que vienen desde Hume y Kant y se refieren a la fundamentación y a la validez del conocimiento científico.:
El primero es el problema de la inducción o como le llama Popper, el problema Humeano, y es el referido a contestar preguntas como las siguientes: ¿Con que derecho formula la ciencia enunciado universales?, ¿Qué se quiere decir con enunciados de este tipo?. En otras palabras, el problema de la inducción se refiere a la validez o fundamentación de los enunciados llamados universales de las ciencias empíricas. Señala Popper: “En otras palabras ¿pueden ser válidos universalmente los enunciados empíricos en que se basa la experiencia? (O de manera provisional también: ¿se puede saber más de lo que se sabe?) El segundo problema es el que Popper llama de la demarcación y señala que se refiere a la pregunta de Kant acerca de los límites del conocimiento. Este problema es importante, porque es capital para la praxis científica de las ciencias menos desarrolladas, es decir, las llamadas ciencias sociales que por extensión incluyen a la pedagogía. Dice Popper que “El problema más interesante es el de la demarcación: no solo presenta un interés de tipo teórico filosófico, sino que es ante todo un problema de actualidad para las ciencias menos desarrolladas. Por otra parte, desde un punto de vista filosófico-epistemológico, es el problema central al que se reducen todas las demás cuestiones de la Teoría del Conocimiento, inclusive el problema de la inducción”. Añade Popper, para mayor claridad conceptual, que “En el contexto epistemológico no se pregunta cómo se descubren o surgen las afirmaciones científicas, se pregunta por su fundamentación, justificación: en una palabra por su validez: los problemas epistemológicos como cuestiones acerca de la fundamentación o validez (Kant: quid juris?)”
Esta frase resume la concepción popperiana sobre la epistemología y su ámbito filosófico que ya examinamos más arriba: “Esta concepciónconvierte a la Epistemología, en cuanto que asigna a ésta la preocupación por cuestiones de validez y no por cuestiones de hecho, en una teoría general del método científico, entendiendo por método no la manera como algo se descubre sino el procedimiento mediante el que algo se fundamente
Veamos un ejemplo acerca de cómo se establece el estatuto epistemológico de una disciplima y que mejor que emplear a la matemática. Si examinamos a la disciplina desde  su objeto, a diferencia de las ciencias que buscan entender a la naturaleza mediante principios generales demostrados (las leyes científicas) para obtener modelos en que éstas funcionan y cuyo propósito  como ciencia es buscar la verdad, entonces la matemática  no constituye una ciencia. Como señala  Murray Gell-Man (1998),  “La matemática se ocupa de demostrar las consecuencias lógicas de determinados conjuntos de suposiciones. Se puede por tanto excluir de la lista de las ciencias (como hizo Nobel) y considerarla una materia interesante por derecho propio (matemática pura) como una herramienta extremadamente útil para las ciencias (matemática aplicada).
Esa es una forma de examinar el estatuto epistemológico de la matemática, pero Gell-man tiene  otro argumento para analizar  el mismo problema: “Otra manera de enfocar el asunto consiste en considerar la matemática aplicada como el estudio de todas aquellas estructuras que se dan en las teorías científicas, mientras que la matemática pura cubre no solo éstas, sino todas aquellas que podrían haberse dado (o podrían darse en el futuro). La matemática se convierte así en el estudio riguroso de mundos hipotéticos. Desde ese punto de vista, la matemática es una clase de ciencia, la ciencia de lo que es y de lo que podría haber sido”.
Como puede ver el lector, Gell-Man se mueve en una metaespistemología,  que se pregunta qué es el conocimiento y una epistemología aplicada que se pregunta qué conocemos y cómo lo conocemos  y de este análisis podemos encontrar los indicadores y características de toda disciplina, es decir, si su estatuto es o no científico y si el conocimiento del que trata está validado o se puede validar.

6.-LA EPISTEMOLOGIA Y LA PEDAGOGÍA

 Para comenzar este apartado, propongo la siguiente definición operacional:

"El hecho pedagógico es un suceso  en  tiempo y espacio definidos, en el cual se produce un aprendizaje nuevo o se refuerza uno más antiguo, y donde   interviene un educador y un educando, ambos en forma activa bajo la intervención de una metodología basada en el conocimiento científico y en la experiencia o arte de enseñar". (Campos, 2011)
 De esta manera sabremos hacia donde apunta la epistemología, que en este caso, trata acerca de la aplicación de sus principios.
Daniel Dennett, quien hace filosofía en el aula, es decir con la ayuda de sus estudiantes de post grado en seminarios de donde dice que saca sus mejores ideas, en su libro sobre la conciencia (1995:52) señala cuál es la labor del filósofo profesional con estas palabras: "Así pues, dado que como filósofo mi cometido es el determinar las posibilidades (y refutar cualquier presunta incompatibilidad...). Dennet expresa en pocas palabras lo que hace un epistemólogo en relación a las teorías científicas. De igual modo se hace en educación, o se debería hacer, pero como todos sabemos, hay muy pocos filósofos de la educación que se dediquen a esta área.
En muchas publicaciones pedagógicas encontramos el término epistemología mal aplicado, con lo cual cualquier artículo deja de ser científico si no hace uso correcto del concepto. Por el contrario, en las publicaciones provenientes de las ciencias duras hay cuidado al escoger las palabras, pues el público que accede a ellas es fuertemente crítico y aún mordaz ante los errores que encuentran.
Por ejemplo, los autores entienden, en ciencias sociales, que la epistemología es la historia de una disciplina, o que es el contenido de una disciplina. Incluso se llega a confundir completamente el término como en los siguientes títulos de las que parecen serias publicaciones de variadas disciplinas:
Epistemología de las flores de Bach en enfermedades terminales” “Epistemología histórica de las publicaciones impresas en el siglo 18” ; “Conceptos epistemológicos en la alimentación y cría de los cobayos” “Disciplina epistemológica y castigo de los estudiantes de media “.
Lo único que podemos deducir es que los autores de esos trabajos no tienen idea de lo que es la epistemología, pero usan el término para parecer científicos informados, lo cual es a todas luces un procedimiento penoso e inculto..
En el caso de la pedagogía, la epistemología si bien se une a la historia de la disciplina, es más que la arqueología del saber pedagógico en las distintas épocas, pues lo que es verdaderamente importante es conocer cómo ese pensamiento afecta a su entorno, a sus procedimientos y concepción del alumno como individuo y como persona sujeto de la enseñanza. El objeto es, entonces, validar el conocimiento científico, conocer las ideología y modelos formulados, las teorías y sus efectos, secuencias y consecuencias en la labor de educar. La ubicación filosófica de la epistemología pedagógica se centra en el conocimiento del fenómeno pedagógico. Sin embargo, al revisar numerosas publicaciones pedagógicas, se observa un mal empleo del término, que se usa sin rigurosidad alguna, como sinonimia de revisión, historia o desarrollo, lo que resulta lamentable, porque indica desconocimiento y negligencia en el tratamiento del lenguaje filosófico.
Tal vez el problema principal de la pedagogía está en que las autoridades educacionales son nombradas por méritos políticos dudosos, simplemente partidistas y por eso no entienden  lo que es la enseñanza y su problemática. Por lo general, en latinoamérica, esas autoridades emiten juicios sobre materias que no entienden  y sobre las cuales no tienen el menor interés en informarse, porque además saben que estarán por poco tiempo, mientras hacen mértitos para mejores nombramientos en otro ministerio o cargo pagado por el estado.
Si la pedagogía y las ciencias sociales quieren algún día tener la capacidad de hacer nuevo conocimiento tal como lo hacen las ciencias duras, tendrán que tratar sus temas con la misma rigurosidad y profundidad con que trabajan éstas.
7. UN EJEMPLO PRACTICO:  GIORDANO BRUNO COMO EPISTEMOLOGO
Bruno es un caso extraordinario de escrutinio filosófico-epistemológico. Buscó afanosamente en las escrituras bíblicas el fundamento del dogma de la iglesia católica de su tiempo sobre la trinidad y la creación del hombre y del universo; comparó ese conocimiento con sus hallazgos y después de múltiples reflexiones críticas y dialécticas, que sometió a su vez al escrutinio de sus pares en Europa, determinó que había errores graves en el  saber que trasmitía la iglesia, pues el dogma no se sostenía en las escrituras.
Su conocimiento propio venía de varias fuentes, recordemos  que los sacerdotes católicos ilustrados tenían una formación que incluía no solamente las escrituras: la astronomía, la astrología, las matemáticas, y también el latín y el griego que les permitía conocer obras en esos idiomas y por su parte, él poseía el estudio del lenguaje y de la memoria y mediante el desarrollo de esa habilidad podía memorizar enormes cantidades de información. Desde la  crítica personal al conocimiento religioso llegó a elaborar su propia cosmología, basada en la existencia de infinitos mundos y muchos de ellos habitados por seres inteligentes y, en cada uno de esos planetas ¿habría sido necesario un Jesús que los salvara de sus pecados?
La cosmología de Bruno se ha validado recién en este siglo XXI, pues la ciencia de la astronomía  descubrió recientemente que efectivamente en el universo existen innumerables planetas y que seguramente la vida inteligente ha surgido o surgirá en  muchos de ellos. Es decir, el modelo de sistema solar nuestro podría ser  lo común y no la excepción.


A MANERA DE CONCLUSIÓN:

Para conocer, debo saber y para saber debo creer en lo que estoy conociendo. En otros términos, debo tener una razón epistémica, validada , para saber con algún grado de certeza que lo que estoy creyendo es cierto y esa razón que llamamos epistémica se basa en la justificación razonada del conocimiento. Por tanto, existe una metaepistemología, que se pregunta qué es el conocimiento y una epistemología aplicada que se pregunta qué conocemos y cómo lo conocemos.
REFERENCIAS
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