TC recomendó crear una superintendencia para asegurar calidad de educación universitaria
Lima, dic. 11 (ANDINA). El Tribunal Constitucional (TC) recomendó crear una superintendencia universitaria para garantizar la excelencia académica que todo estudiante merece recibir, afirmó hoy César Landa, expresidente de ese organismo, en cuya gestión, en 2008, se emitió un fallo en ese sentido.
Refirió que, en aquel año, se planteó esa sugerencia ante el incremento de filiales universitarias que distorsionaban el sistema educativo, que no garantizaban una enseñanza de calidad, y se presentaban más como instituciones lucrativas.
También se tomó en cuenta que si las universidades públicas y privadas entregan títulos a nombre de la nación, correspondía que la calidad del servicio sea verificada por las entidades públicas encargadas de la educación.
"Entonces, el tribunal consideró que según el mandato de la Constitución, artículo 28, debería establecerse una entidad supervisora, como se hace en los servicios públicos como el agua, y con mayor razón tratándose de la formación educativa, sin afectar la autonomía universitaria", explicó.
Landa dijo no conocer con exactitud el dictamen de la nueva ley universitaria aprobado por la Comisión de Educación del Congreso, pero si recoge el espíritu del fallo del TC tendría que apuntar a garantizar la excelencia académica y tener profesionales con mejores posibilidades de acceso al mercado laboral.
"La superintendencia, como la preveía TC, está encargada de garantizar el servicio educativo en condiciones de calidad y respetando la autonomía universitaria y la libertad de cátedra", declaró a la Agencia Andina.
Dijo que el contexto del 2008 parece haber empeorado, pues los datos de encuestas internacionales, en los que no figura una casa de estudios peruana entre las mejores, refleja que la educación superior no acompaña el crecimiento económico.
"Este crecimiento demanda un sistema universitario orientado a una formación especializada, algo que requiere el país", añadió.
Sostuvo, además, que la figura de una superintendencia no causa mayor sorpresa para especialistas o conocedores de la educación, pero sí suspicacia o "rechazo anticipado" entre quienes parecen querer ocultar algo.
"Hay quienes parece que quisieran ocultar o no dejar que las autoridades pongan un foco de luz para saber cómo están llevando a cabo la tarea educativa, cómo están administrando bienes públicos como el servicio educativo", comentó.
(FIN) VVS/GCO
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